jueves, 14 de agosto de 2014

Cómo fomentar el pensamiento creativo



Una de las principales características del pensamiento creativo es la flexibilidad, cuando somos creativos, no seguimos un pensamiento lógico u ordenado, nuestro cerebro camina en zig zag y lo que puede parecer desorganización, nos lleva a explorar altenativas que nuestro pensamiento racional no seguiría normalmente, llevándonos así a solucionar problemas de forma más efectiva. La creatividad hace uso de otros recursos como la afectividad, el "brainstorming" o lluvia de ideas, el uso de suposiciones y las corazonadas.

Todos estos recursos a menudo son minimizados en nuestras vidas cotidianas, nos enseñan que no hay que hacerle caso al "sexto sentido", que ser afectivo nos trae problemas y que hay que tener una mente lógica y ordenada; nos convertimos en personas que andan por la vida como robots, siguiendo instrucciones y haciendo sólo lo que es seguro hacer, lo cual a veces puede ser útil, pero si no alimentamos nuestra creatividad y no escuchamos nuestra voz interior, nunca seremos capaces de crear y seguir nuevos caminos.

Todos los seres humanos nacemos con capacidad creativa, está en nuestras manos fomentarla, para convertirnos en adultos con iniciativa, una mente y vida emocional sana y que puedan enfrentarse a las circunstancias de su ambiente de forma adecuada.



El juego es una forma muy efectiva de fomentar la creatividad, para un niño es algo que se da naturalmente, todos imaginan realidades alternativas a las suyas, ensayan situaciones, resuelven problemas y se enfrentan a diferentes ambientes, sentados en la sala de su casa, jugando a las muñecas o resolviendo rompecabezas. Un niño que juega, se convertirá en un adulto sano y creativo.

En Centrífuga* uno de nuestros objetivos es el fomentar a través de nuestras creaciones, la vida creativa de nuestros clientes, por eso hemos incluido en nuestros proyectos siempre espacios para fomentar este aspecto tan importante de la vida.

Les presentamos nuestra línea de juegos didácticos, todos forman parte de los proyectos de decoración de espacios y están diseñados para que a través de los colores, la imaginación y el juego, los niños desarrollen su parte creativa.

Una buena idea, es transportar a los niños a un ambiente de personajes e historias distintas a las de su medio original, proporcionándole algunos elementos que le faciliten el viaje, pero siempre dejando que su imaginación sea la protagonista.


Crear en sus espacios favoritos, lugares y momentos en los que el niño pueda divertirse y aprender, haciendo uso de formas, colores y texturas.



Fomentar los juegos de resolución de problemas,  es una buena manera de flexibilizar su mente y ayudarlo a trasladar esta habilidad a sus actividades cotidianas.




Colocar objetos que no sólo sean funcionales, si no que destaquen elementos que les permitan desarrollar su imaginación, sin la necesidad de ser tan explícitos, es decir, que el niño pueda crear mil escenarios distintos con un mismo objeto.



Permitirles contar con espacios que sean un lienzo en blanco, en el cual pueda crear y recrear diferentes escenarios y pueda dar rienda suelta a su imaginación, por ejemplo, con una mesa-pizarrón.


Conectar ambos hemisferios cerebrales con actividades que involucren el movimiento corporal y el pensamiento, como quitar y poner objetos en su lugar, seguir indicaciones que incluyan el uso de los colores, números y letras, así como fomentar la conciencia corporal con juegos de psicomotricidad, son maneras eficaces de hacer de tu hijo un niño conectado con sus emociones y sus pensamientos.



Alimentar la capacidad de toma de decisiones y la libertad de crear diferentes perspectivas, al mismo tiempo que se divierte con sus personajes favoritos, construyendo él mismo distintos juegos, cada uno con sus propias reglas, les ayudará a sentirse capaces de desenvolverse adecuadamente en el mundo, reforzando su autoestima y permitiéndole darse cuenta que una persona libre es una persona creativa.



Es importante permitirle expresarse, darle la libertad para inventar y crear, plantearle y dejarlo plantearse siempre nuevos escenarios y situaciones hipotéticas que favorezcan la confianza en sí mismos y en sus corazonadas.

Esperamos que estos sencillos consejos te hayan servido, para que juntos llenemos el mundo de niños libres y felices, que serán los adultos creativos del mañana.








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